“Me sorprende que del otro lado no haya una sola lágrima”: Betancourt | El Nuevo Siglo
Foto Comisión de la Verdad
Miércoles, 23 de Junio de 2021
Redacción Web

En las postrimerías de la Comisión de la Verdad, que en noviembre próximo termina el mandato de tres años que le dio el Acuerdo de Paz para contar la realidad de lo que aconteció en el conflicto armado, tuvo uno de sus más importantes momentos con una reunión de reconocimiento de responsabilidades de secuestro por parte de la antigua guerrilla de las Farc y excomandantes  ante algunas de sus víctimas como la excandidata presidencial Ingrid Betancourt.

Fue un encuentro cargado de emoción especialmente de parte de las víctimas de secuestro, en carne propia o de un familiar, que tuvieron la oportunidad de intervenir. Por parte de las antiguas Farc hablaron algunos excombatientes rasos así como los excomandantes ‘Carlos Antonio Lozada’ hoy senador Julián Gallo, Pastor Alape y Rodrigo Londoño, quienes coincidieron en reconocer la práctica sistemática del secuestro por parte de las Farc, quienes pidieron perdón a las víctimas y al país por el daño que hicieron.

La Comisión de la Verdad dejó para el final del encuentro la intervención de Íngrid Betancourt, quien vino al país para esta cita tras ser plagiada por las Farc en 2002 en la otrora zona de distensión en el Caquetá cuando realizaba campaña para las elecciones de Presidente de la República, y fue liberada 6 años después por el Ejército.

Uno de los apartes más impactantes de lo que dijo Betancourt en su intervención fue cuando se refirió a las víctimas que hablaron antes de ella en este encuentro, y dirigiéndose a los exintegrantes de las Farc presentes, la excandidata dijo: “Oí con emoción el relato de mis hermanos de dolor, los oí llorar, los vi llorar y he llorado con ellos, y me cuesta trabajo no seguir llorando, pero debo confesarles que me sorprende que nosotros de este lado del escenario estemos todos llorando y que del otro lado no haya habido una sola lágrima”.

Dirigiéndose a Abelardo Caicedo, con la voz quebrada por la emoción, Betancourt dijo: “Usted expresó su defensa del Acuerdo, y eso está bien, nosotros todos acá queremos que la paz le vaya bien, pero yo hubiera querido oírlo a usted como comandante decirme si usted en algún momento secuestró a alguien, si usted dio la orden de que amarraran a alguien”.

Luego dijo al excombatiente Pedro Trujillo, “usted dijo que teníamos que mirar atrás y que usted miraba atrás con orgullo su lucha por los pobres y con vergüenza las conductas que se habían tenido durante la guerra. Yo necesito que usted exprese qué siente con esa vergüenza, ¿es una vergüenza social porque la sociedad colombiana le está reclamando por lo que hicieron o es la vergüenza del alma?”.

En tanto que la excandidata presidencial hablando a Rodrigo Londoño le dijo “le agradezco a ‘Timochenko' que haya hecho el esfuerzo de reconocer el crimen del secuestro. Usted habló de reparar a las víctimas. Rodrigo Londoño, reparar a las víctimas es un tema tabú en Colombia, le pregunto ¿cómo va a reparar a las víctimas, dónde están los recursos del narcotráfico que ustedes acumularon durante los años de guerra?. Porque esos recursos son los que tienen que ir a reparar a las víctimas”.

Igualmente, Carlos Cortés, hijo del periodista Guillermo Cortés, quien fue secuestrado en el 2000 por las Farc y rescatado ese mismo año, dijo que “no vamos a olvidar lo que nos pasó, es imposible olvidarlo. Es más no podemos olvidar, estamos obligados como sociedad para recordar los horrores de una guerra que desagradó a Colombia en los últimos 50 años”.



Reconocimiento

Rodrigo Londoño destacó en este encuentro de la Comisión de la Verdad que “gracias a ese acuerdo estamos en este escenario construyendo las bases para que esto no se vuelva a repetir”.

Agregó que “estamos aquí con el propósito de hacer el reconocimiento expreso de nuestra responsabilidad por la comisión del delito del secuestro realizado en innumerables ocasiones por la que fuera nuestra organización político-militar las Farc-EP, de la que fui su último comandante. Tal delito fue cometido en forma reiterada a lo largo del conflicto armado en que nos vimos enfrascados con el Estado colombiano, y tuvo como víctimas a compatriotas de distintos sexos, edades y condiciones así como a ciudadanos extranjeros de diferentes nacionalidades”.

Londoño también reconoció la responsabilidad de esa organización “por las acciones violentas ejecutadas con el fin de privar de la libertad a las personas secuestradas, que afectaron sin duda a terceros cercanas a ellas, así como aquellas que se cumplieron durante su cautiverio con el objetivo de intimidar o impedir su fuga, que innegablemente debieron de causar hondo sufrimiento a los secuestrados”.

Reconoció que “muchas de las personas secuestradas fueron sometidas a tratos indignos de su condición humana, padecieron agresiones físicas y morales que aumentaron innecesariamente su sufrimiento”. De igual manera, Londoño aceptó que “un alto número de las víctimas del secuestro terminaron también perdiendo su vida hallándose en nuestras manos, y lo que es peor sepultadas en algún lugar de la geografía natural rural, que dadas las condiciones de movilidad permanente y las circunstancias de la confrontación armada resultan difíciles de determinar con precisión”.

Dijo a las víctimas del secuestro y sus familias que “les expresamos desde lo más hondo de nuestro ser que lo sentimos de veras y que esperamos alguna vez puedan perdonarnos por el incalificable daño infligido”.

Por su parte, el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, dijo “estamos aquí desnudos como seres humanos. Desnudos de ideologías, de poderes, de prestigios estúpidos, de razones corporativas o de partidos, de filosofías o incluso de religiones, simplemente para encontrarnos como seres humanos, para tener el coraje de rescatarnos como seres humanos en la verdad de nosotros mismos”.

Añadió que “no habrá impunidad sobre los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad cometidos por los miembros de la guerrilla, de los paramilitares y del Estado. Será la justicia transicional restaurativa. Y será justicia. De eso no tenemos duda”.

Mientras que el presidente de la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz), Eduardo Cifuentes, refiriéndose a los secuestros dijo que “estos no fueron errores de las Farc”, al tiempo que acotó que “esperamos que pronto se dé un audiencia en el seno de la Jurisdicción Especial para la Paz para, efectivamente, conocer el acto de reconocimiento (por parte de los ex comandantes de Farc), si el acto de reconocimiento se da, acto de reconocimiento que no conduce a la exoneración de responsabilidad sino también conduce a las sanciones”.



El delito

El secuestro fue una de las caras más crueles del conflicto armado, y en el caso de las Farc lo adoptaron como arma de guerra en cuanto al plagio de integrantes de la Fuerza Pública con la intención de ‘canjearlos’ por subversivos que estaban en las cárceles; pero en la mayoría de estos con intenciones extorsivas para conseguir recursos, donde miles de colombianos fueron sus víctimas.

La JEP imputó en enero pasado al antiguo ‘Secretariado’ de las Farc por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra por 21.396 víctimas de secuestro, que fueron identificadas con nombre y cédula en informes que ha recibido de la Fiscalía, Fondelibertad, País Libre y el Centro Nacional de Memoria Histórica.