Cuba | El Nuevo Siglo
Miércoles, 14 de Julio de 2021

“Los hombres se dividen en dos bandos: los que aman y fundan, los que odian y deshacen” 

 José Martí. 

El 1 de enero de 1959 tuvo lugar la sanguinolenta y lóbrega revolución cubana, que además fue la primera revolución comunista en el continente americano, y se convirtió en el “epítome” para las posteriores revoluciones comunistas. Aunque el socialismo del siglo XXI no deja nunca su primera fase fundacional del socialismo utópico, intentar concebir un sistema socialista en Latinoamérica solo puede reflejar la imagen de una Habana destruida, una Caracas envuelta en terror y un Buenos Aires venido abajo.  

Más de 60 años se perpetró la tiranía, la opresión y la muerte de decenas de miles, que sumada a las muertes de familias que se rompieron, que se desquebrajaron, completan los cientos de miles. Como muertos en vida quedaron los cubanos reprimidos por un régimen hipócrita, altivo y encolerizado contra cualquier forma de libertad, de progreso…de vida. 

Luego de la “Guerra de Cuba” o como la llamó el célebre poeta cubano José Martí la “Guerra Necesaria”, fue la última guerra de independencia en este territorio contra el decadente Imperio español. Del mismo modo, la independencia de Cuba alentó la aparición de nacionalismos contemporáneos en la misma España, como el catalán y el vasco. 

José Martí fue el pionero del modernismo literario en Hispanoamérica y fue el líder de la otrora campaña de liberación, desde que fundó el Partido Revolucionario Cubano. Siguiente a esto, Cuba se convirtió en una isla -la más grande del Caribe- que funcionaba como lugar “vacacional” de los norteamericanos y que incluso le dio una fama de “isla del pecado”. Inclusive Arthur Miller escribió en The Nation sobre la dictadura de Fulgencio Batista, que era: “irremediablemente corrupta, un lugar predilecto de la mafia, y un prostíbulo para los estadounidenses y otros extranjeros.” También se le llamó a La Habana “Las Vegas Latina”. 

Así bien, la mafia italoestadounidense liderada por Lucky Luciano, pero también el crimen organizado judeoestadounidense encabezado por Meyer Lansky, tenían negocios en La Habana y lavaban grandes sumas de dinero, utilizando casinos, prostíbulos y night-clubs. De hecho, en 1946, se celebró la “conferencia de La Habana” que fue el histórico encuentro de la mafia. 

Cuba estuvo inmersa en tiranías desde su independencia; sin embargo, tenía una buena economía para el nivel de la zona. El sargento Batista había llevado a cabo el golpe de Estado en Cuba de 1933 o Revuelta de los sargentos, derrocando a Céspedes y Quesada. Luego, un joven revolucionario de origen gallego, Fidel Castro, al mando del (M-26-7) daría el golpe de Estado a Batista, implantando un régimen todavía peor, basándose en las teorías socialistas de Marx y Trotsky, puramente europeas y terminó por adaptarlas a esta isla del Caribe, logrando uno de los mayores fracasos de la historia contemporánea en materia política.  

Castro destruyó la economía de la isla, mandó a ejecutar a cientos de personas y lo peor, apoyado por Rusia comenzó a expandir sus teorías al resto del continente. Al igual, el “che” Guevara fue un genocida, un desquiciado y un sádico. Lo más inconcebible es percatarse que el régimen castrista alcanzaría más de 6 décadas, a pesar de lo inhumano que ha sido y es, perpetrándose en lo más corrupto y repugnante del poder hasta ahora el “clan criminal Castro”, representado por el Partido Comunista Cubano (PCC) y su líder Miguel Díaz-Canel.  

@rosenthaaldavid