La envidia y el viaje al espacio | El Nuevo Siglo
Martes, 27 de Julio de 2021

Cierta indignación y algo de envidia despertaron los viajes Richard Branson y Jeff Bezos al espacio. Dos hitos que demuestran la capacidad de la innovación jalonada por el capitalismo, despertaron ese sentimiento maligno que nos hace sentir rabia e incluso odio por no poseer lo que otro tiene, o en este caso alcanzar el éxito de otros.

Otras personas entraron en cólera porque no donaron ese dinero a los más pobres, generalmente son los mismos que piden a gritos más impuestos para las empresas e imponer limites a los ingresos a las personas. No solo quieren impedir que estas personas generen riqueza, también quieren definir la manera como gastan su dinero. Para evitar la envidia, debemos entender de donde proviene el dinero de Bezos, Branson o Musk, y en segundo lugar, qué pasa cuando lo gastan en “caprichos” o “lujos” como viajar al espacio, un nuevo yate, o el último carro deportivo.

Cada centavo que se han ganado estos personajes no ha sido quitándole recursos a otros. La riqueza no es una torta, que debe repartirse en partes iguales, porque de lo contrario alguien gana a expensas de que otro pierda. Por el contrario, en una verdadera economía de mercado, la riqueza crece y se genera todos los días. Para que un empresario se haga más rico, debe primero generar riqueza a muchas otras personas. Un vendedor de vasos de vidrio, para ser exitoso debe comprar el mejor vidrio disponible haciendo rico al vidriero, transportarlo a su fábrica haciendo rico al dueño del camión o la empresa de transporte, y luego transformarlo en vasos haciendo ricos por un lado a los que diseñaron y fabricaron las máquinas para lograrlo, y por otro, a los empleados que participaron en el proceso. También hizo más rico a quien compró el vaso, que usó su dinero para adquirir un producto que le permite beber liquido de manera más fácil.

El verdadero capitalismo nunca es una operación de suma cero, por el contrario, todos ganamos. Bezos, Branson y Musk, generan riqueza todos los días, mucho más que el fabricante de vasos y más personas se benefician. Además, gracias a sus invenciones, la vida de los seres humanos ha mejorado, tenemos en horas productos en la puerta de nuestras casas, mejores comunicaciones, medios de transporte, y vehículos que contaminan menos.

Por otro lado, cuando gastan en “caprichos” o “lujos” también generan riqueza. Piense en los miles o cientos de miles de componentes que cada nave espacial tiene y cuantas personas participaron en su diseño, fabricación, transporte e instalación. Todo ese talento y conocimiento es producto de años en investigación, piense en todos los científicos que participaron y en los docentes que enseñaron a esos científicos. Por último, piense en cuántas personas consiguieron un empleo en alguna de estas empresas, gracias al “capricho” de unos billonarios.

Los ricos, siempre envidiados y atacados, cada hora sacan más personas de la pobreza que la mayoría de programas sociales.