Animales y cambio climático | El Nuevo Siglo
Jueves, 5 de Noviembre de 2020

Los años que vienen son definitivos para la conservación del mundo, tal como lo ha conocido la especie humana en los últimos 11.000 años. Hasta la llegada de la era industrial el clima se comportó de manera regular y tranquila, sin mayores alteraciones se mantuvo sobre los 15° C, pero esa realidad se ha visto profundamente alterada por las emisiones de Gases de Efecto Invernadero resultantes principalmente de procesos industriales, el consumo de combustibles fósiles, la ganadería y la deforestación, causando una ruptura en el comportamiento climático planetario que pone en riesgo la existencia de un número considerable de especies de microorganismos, vegetales y animales, por supuesto incluidos los racionales.

Mas de la mitad del CO2 expulsado a la atmósfera debido a la quema de combustibles fósiles se ha emitido en las tres últimas décadas, tal como lo enseña  David Wallace-Wells en su obra “Planeta inhóspito”, en la cual  además de alertarnos sobre que de seguir el ritmo de emisiones podremos tener un incremento de entre 4°C y 8°C a 2100, es decir en 80 años, cuando nuestros hijos estén disfrutando o soportando su vejez y nuestros nietos se encuentren en plena adultez. Ellos  estarán asistiendo sin remedio a las muertes masivas por golpes de calor, hambrunas, ahogamiento, incendios, desastres, falta de agua, océanos moribundos, aire irrespirable, por supuesto el conflicto climático en máximo grado.

Este catastrófico escenario que le heredaremos a las generaciones futuras tiene un impacto muy serio en los animales, en un modelo donde el incremento de la temperatura sea de 4.5°C traería como consecuencia la pérdida de un 50% de las especies animales y vegetales, al paso que en un escenario de 2.5°C adicionales implicaría una pérdida de cerca del 25% de las cerca de las 80.000 especies involucradas en el estudio dado a conocer por a comienzos de 2018 por el Fondo Mundial para la Naturaleza. Lo preocupante es que, contrario a lo que se esperaba y muy a pesar de los compromisos adquiridos por los líderes mundiales en los acuerdos de París, ni siquiera la pandemia ha logrado revertir con eficacia la tendencia.

Efectos del cambio climático en los animales no son menores, inexorablemente habrá exposición a sequías que implicarán una afectación directa a su derecho a satisfacer la sed. El deshielo conlleva el aumento en los niveles del mar con la consecuente pérdida de hábitats y de especies en los litorales. La repentina falta de alimento por nuevas e intensas oleadas de frío será cada vez mayor, trayendo congelamiento en sus patas, causando muertes incalculables, además provocarán abortos.

Las megatormentas ocasionadas por el incremento de temperatura de los océanos amenazan los hogares de los animales, enfermedades nunca vistas los azotarán, sumándose el desplazamiento de muchas especies por la pérdida acelerada de sus hábitats, las especies migratorias tendrá que cambiar sus hábitos drásticamente. Nuestro futuro depende, en mucho, de ellos, de lo que hagamos dependerá el suyo. Es hora de protegerlos jurídicamente, sin mezquindades deben ir a la Constitución.

@ludogomezm - luisdomingosim@gmail.com