¡Viva la libertad animal! | El Nuevo Siglo
Domingo, 6 de Octubre de 2019

“Las victorias de Sandra, la orangután”

Sandra es un orangután de 35 años que pasó 24 encerrada, en exhibición, en el zoológico de Buenos Aires. Su historia nos conmueve porque hoy está en libertad, en una libertad que le permitirá desplegar en la medida de lo posible sus comportamientos naturales y a la distancia de la perturbaciones e impertinencias de aquellos que durante tanto tiempo la trataron como cosa y la mantuvieron en cautiverio tras las rejas de una jaula que nunca mereció, su único delito fue pertenecer a una especie diferente a la de los animales racionales.

Sandra llegó al zoológico procedente de Alemania donde había nacido en cautiverio, sometiéndola a cautiverio en lo que sus defensores denominaron una auténtica jaula de cemento, totalmente antinatural, carente de espacios verdes, sin al menos un árbol  donde ejercitarse y con ausencia total de enriquecimiento ambiental exponiendo de manera permanente su salud física y mental, hasta que en 2014 la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA) con la colaboración del abogado Andrés Gil Domínguez decidieron solicitar al a la Cámara Federal de Casación Penal de Buenos Aires el reconocimiento como sujeto de derecho a través de una acción de hábeas corpus, condición que le fuera otorgada en el año 2014 convirtiéndola de paso en el primer simio superior en la Argentina en sujeto no humano titular de derechos.

Ya reconocida como titular de derechos, AFADA y Gil Domínguez, en una segunda etapa de litigio acuden al Despacho de la Jueza de Buenos Aires Elena Liberatori, en causa formal de amparo con el fin de lograr la libertad de Sandra, quien en decisión del 15 de octubre de 2015 decidió proteger los derechos no humanos de Sandra reafirmando su condición de sujeto de derecho, ordenando a la Ciudad de Buenos Aires la garantía de las condiciones adecuadas de hábitat y las actividades necesarias para preservar sus habilidades cognitivas.

Así Sandra sumaba dos victorias en línea en los estrados judiciales de la capital Argentina, en los meses que le siguieron su espacio en el zoológico recibió algunas reparaciones locativas que no significaron mayores garantías físicas ni psicológicas, sin que su libertad se materializara, razón por la cual se emprendió un riguroso trabajo de entrenamiento que permitiera el traslado definitivo a un santuario donde pudiera gozar de manera plena sus derechos.

Durante los años siguientes de manera paciente Sandra recibió entrenamiento adecuado que le permitiera resistir un largo viaje sin necesidad de someterse a sedación, una vez estuvo lista, nuevamente AFADA y Gil Domínguez presentan solicitud formal ante la Jueza Liberatori quien decide su traslado al  Centro de Grandes Simios (Center of Great Apes) en Wauchula, Florida donde  vivirá con individuos de su especie y podrá desplegar su comportamientos naturales, compartiendo espacios verdes, trepando árboles de verdad, viviendo una vida verdadera, sintiéndose animal no racional y no siendo tratada como un objeto.

El pasado 14 de septiembre Sandra partió desde Ezeiza hacia la libertad, luego de once horas de vuelo aterrizó en el aeropuerto de Dallas y, luego de un pequeño viaje por vía terrestre llegó al Sedgwick County Zoo de Kansas, donde estará por alrededor de 45 días en cuarentena, cumpliendo los protocolos aduaneros de ingreso, de ahí pasará definitivamente al Centro de Grandes Simios en Wauchula. Por eso hoy con el corazón lleno de esperanza gritamos ¡viva la libertad animal!