El proyecto de reforma laboral no piensa en el desempleado: Prieto Monroy | El Nuevo Siglo
CARLOS PRIETO Monroy, profesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas e integrante de la mesa directiva del Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana en Bogotá. /Foto - Universidad Javeriana
Jueves, 18 de Abril de 2024
Redacción Política

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo funciona hoy el subsidio de desempleo en Colombia?

CARLOS ADOLFO PRIETO MONROY: El subsidio de desempleo es una prestación que se creó desde 2013 con ocasión de la expedición de la Ley 1636 de ese año, que implementó el mecanismo de protección al cesante.

Ese subsidio que está previsto en esa norma comprende unos beneficios en cuanto al pago de aportes al sistema de seguridad social para que el trabajador dependiente que hizo aportes por cuenta de su empleadora y sistema de subsidio familiar, tenga derecho a unas capacitaciones y formaciones para el trabajo.

Eventualmente, podría adoptar por el acceso a servicios de los que brinda el sistema de subsidio familiar a través de las cajas; y de pronto, algún acceso a algún tipo de fomento o crédito para emprendimiento.

ENS: ¿Los trabajadores colombianos sí están haciendo uso de esta figura, no la consideran útil o la desconocen?

CAPM: Creo que los que la conocen, la usan. Eso plantea un primer problema, que es la falta de difusión del instrumento. Otro problema de acceso es el alcance de esas prestaciones porque no necesariamente implica recibir una suma de dinero, sino que implica acceder a servicios, obtener derecho al pago de cotizaciones al sistema de seguridad social.

Entonces, el que lo conoce no lo utiliza o lo utilizan algunos. Pero lo que sí es un hecho es que está concentrado solamente en trabajadores formales porque es un sistema de beneficios que prestan las Cajas de Compensación Familiar y a las Cajas de Compensación Familiar acceden los trabajadores dependientes, cuyo empleador paga la contribución correspondiente.

ENS: En otros países este indicador de la cantidad de personas que piden subsidios de desempleo es vital para establecer el ritmo económico, ¿por qué no ocurre lo mismo en Colombia?

CAPM: Porque Colombia optó por un modelo diferente de protección al desempleo. Desde la expedición del Código Sustantivo del Trabajo más o menos en el año 1950, se concibió una prestación que es el auxilio de cesantía, que, en el régimen colombiano, hace las veces de subsidio al desempleo que se utiliza en otros ordenamientos jurídicos.

Entonces, existe el mecanismo de protección al cesante, que no es un subsidio en sentido estricto. Lo que existe es el auxilio de cesantías, que es la prestación social prevista por el Código Sustantivo del Trabajo.

El auxilio de desempleo de darse de alta en el Ministerio del Trabajo o en el pagador de ese auxilio para que durante un año la persona reciba una asignación mensual, mientras vuelve a engancharse laboralmente, en Colombia no fue reemplazado, sino que se cubre con el auxilio de cesantía, que tiene esa finalidad.

Reforma laboral

ENS: En el proyecto de reforma laboral que está tramitando el Congreso, ¿se ajusta o legisla algo respecto al subsidio de desempleo?

CAPM: La verdad no, porque la concentración de la intención del proyecto es fortalecer la posición del trabajador dependiente y mantener un esquema muy apegado a la legislación colombiana anterior a 1990.

El proyecto se concentra, por ejemplo, en aumentar el valor de las indemnizaciones por terminación sin justa causa, en establecer unos regímenes más estrictos de estabilidad ocupacional reforzada, limitar la posibilidad de utilizar formas de contratos de trabajo y fortalecer la situación de las asociaciones fiscales.

Eso es básicamente el corazón de esta forma, pero en cuanto a la circunstancia del desempleado, cuando ya el trabajador que se queda cesante, no hay una preocupación principal.

Entonces, no piensan en el desempleado, sino en el empleado formal no vaya a quedar desempleado.

ENS: En el marco de los debates de la reforma a la educación hay parlamentarios que solicitan que en Colombia se insista en que la educación prepare para el trabajo; es decir, que refleje y responda lo que está demandando hoy el mercado laboral, ¿usted qué opina?

CAPM: Ese es un punto crítico porque para que una sociedad pueda generar valor agregado, necesita una formación práctica y para el trabajo, que responda a unas necesidades sociales-económicas concretas en realidades materiales.

Ahora, en el país optamos por un modelo en el que esa formación para el trabajo se la dejamos casi que exclusivamente al SENA.

El título universitario sirve para generar prestigio, para buscar un ascenso social y para obtener supuestamente trabajos que sean mejor calificados, pero con un total, en la mayoría de los casos, con el mercado laboral, con las necesidades de formación del mundo industrial y empresarial, que es el que requiere esas habilidades y ese conocimiento.

Entonces sí es importante hacer ese énfasis. No necesitamos tantos profesionales, no necesitamos tantas personas que tengan títulos universitarios en carreras como derecho, administración, contaduría. Necesitamos más personas que tengan formación práctica porque es la que impacta en el sector real de la economía.